Por TAYLOR LEACH 22 de enero de 2019
Tomado de: Dairy Herd Management.
https://www.dairyherd.com/news-news-news/better-understanding-mystery-metritis

La metritis, una enfermedad metabólica e infecciosa experimentada en animales en transición, afecta incluso a la vaca más saludable de la finca, es una enfermedad común
que puede tener un impacto negativo en la producción de leche y en las tasas de preñez futuras.

Según un artículo de extensión de la Universidad de Kentucky, aproximadamente el12% de los animales que paren experimentan algún grado de metritis después del parto, siendo mayor la tasa de incidencia en aquellos que experimentan un parto difícil, tienen mellizos o tienen placenta retenida. En un seminario web de DAIReXNET, el Dr. Stephen LeBlanc, DVM, de la Universidad de Guelph, analizó los factores que contribuyen a la aparición de metritis junto con el impacto de la enfermedad.

Definido como una secreción de color marrón rojizo maloliente de la vulva, LeBlanc explicó que todas las vacas experimentan alguna forma de contaminación bacteriana dentro del útero después del parto. E. coli es comúnmente el contaminante bacteriano inicial asociado con la metritis.

Una vez infectadas, las vacas con metritis severa tuvieron tasas de preñez más bajas al primer servicio ya los 120 días en leche. Además, tanto en las formas leves como graves de metritis, las vacas experimentaron una menor producción de leche. Esto fue especialmente cierto en los animales más maduros, ya que produjeron un promedio de 600 lbs. menos leche en comparación con una vaca sana.

LeBlanc señaló que solo del 10% al 45% de las vacas a las que se les diagnostica metritis tienen fiebre. Antes de tratar la enfermedad uterina, LeBlanc sugiere consultar con su veterinario para desarrollar un protocolo de tratamiento. Se pueden usar antibióticos para ayudar a acortar la duración de la infección, sin embargo, la mayoría delos animales que fueron tratados se curaron de 7 a 12 días después del tratamiento.

Aunque la metritis es una enfermedad metabólica común, LeBlanc informó que hay medidas que se pueden tomar para ayudar a compensar su aparición. La investigación sugiere que los animales que pasan menos tiempo en el comedero y que tenían un menor consumo de materia seca antes del parto tenían un mayor riesgo de desarrollar la infección. Además, las vacas que experimentaron hipocalcemia subclínica también tenían una mayor probabilidad de metritis. El calcio es importante para las contracciones de los músculos uterinos y para la mejor respuesta inmunológica para
combatir los desafíos bacterianos, según LeBlanc.

Observar las vacas que muestran estos síntomas podría reducir la prevalencia de metritis en su operación.

*Traducido desde el idioma inglés por Google Translator.